Inside.

Dentro de cada uno de nosotros hay un "miniyo"; un pequeño ser que rige nuestra conducta y nuestros actos. Una especie de conciencia, a lo "Pepito Grillo".
Aquel que nos da personalidad y hace que seamos como somos. Nuestro "miniyo" es una especie de roca, y a lo largo de nuestras vidas, va recibiendo golpes, patadas, empujones..y alguna que otra caricia.

Cuando ese pequeño ser se destruye, nosotros ya no tenemos nada que hacer aquí. Aunque sigamos respirando y nuestras funciones vitales se mantengan, ya no somos nadie.
Ahora estoy en esa fase en la que el "miniyo" se había acostumbrado a recibir algun mimo...y se relajó.
Creyó que nadie podía hacerle daño por el simple hecho de que hubiera una sola persona en todo el planeta que estaba dispuesta a cuidarlo.
Se relajó, se ablandó, y se olvidó de que debía de ser fuerte y no caer en la trampa. Le pegaron una patada no muy fuerte, pero lo suficiente como para que quedará inconsciente, indefenso, e indiferere.

En realidad, se ha cansado de hacerse el fuerte para nada, porque en el fondo, dentro..muy dentro, sabe que no tiene remedio, que esta débil, y ya no le quedan ganas de aguantar mas golpes.. El mas mínimo contacto, un golpe mas, y se dará por vencido.
Se siente como un boxeador al que no le da tiempo a incorporarse antes de recibir el siguiente golpe y caer al suelo...

Ya no tiene ganas de intentar levantarse..sabe que no valdrá la pena. Prefiere ir tapando heridas, antes que evitar los golpes.