"Soy pájaro en mano. Tú ciento volando."

Lunes.

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Hoy la he perdido otra vez. Me la ha robado un Citroën.
Llamé al futuro y no me lo  cogió nadie. Ni un contestador con el que desahogarme.
Pues bien vamos. Te miro de reojo, y cruzo los dedos.
Si miro a lo lejos eres tú lo único que veo.
Para qué decirte qué veo si miro más cerca.

No quiero que se vaya tu olor de mi camiseta.
Pero si todo se va, y todo termina, el olor también huirá, ¿no crees?

He saboreado unos minutos de placer en tu risa.
Y después he subido a la azotea, para intentar memorizar cada milímetro de ti.
No creo tener suficiente capacidad para ello.
Pero aun así lo intento.

Ojalá pudiera rozar tus noches.
Bajarte la luna y arañarla contigo.
Pares o nones. Yo te prefiero a ti.

....

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Desde aquel día, odio los taxis.
Y cualquier otro vehículo o medio en el que se aleje de mí.

Una de las últimas veces que la vi, me quedé viendo cómo se alejaba.
Jugando con una moneda en la mano izquierda.
Pensando en si estaba tocando la cara o la cruz.
Quería pasar aquel momento por mi cabeza un millón de veces, a ver si así, mi corazón era capaz de comprender que ella iba hacia el lado contrario.

Se giró un par de veces.
No sé muy bien para qué.
Quiero pensar que para comprobar que no me había desintegrado al verla marchar.
O tal vez para ver hasta qué punto estoy dispuesta a esperar.

El caso es que me quedé clavada en el suelo.
Con lágrimas en los ojos y rabia en la boca.

Cuando por fin se metió en el edificio, ya no tenía sentido seguir ahí. No volvería.
O tal vez sí. El caso es que conté hasta diez. Y me di la vuelta.

Tenía unas ganas de ella que no se me iban a quitar ni con ella.
No quería alejarme de allí.
Podía ir a cualquier parte en un radio de diez metros.
Pero no alejarme. Era un imán y yo un triste trozo de hierro.

Solo había una forma de huir de aquel magnetismo, y era fundiéndome.

Y eso hice; fundirme.

Rg´n.

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Ha sido todo tan mierda, que aun huele.
Dices que llevas a todos al límite.
Yo estoy colgando de él.
No puedo más.

He salido del edificio mordiéndome las ganas de dar la vuelta.
Llorando sin poder contenerme.

He fumado mientras en el humo solo veía tu cara.
El aire se metía en mi cabeza como si fuera a hacerla explotar.
Me he sentado en el suelo, en la boca del metro.
No quería irme.
Sentía que en el momento que pasara el ticket, te habría perdido más aún.
Lo poco que me quedaba de ti se estaba volando a una velocidad jodidamente insuperable.

He jugado con el mechero. He pegado un puñetazo a la pared.
Un golpe más. Allí he dejado constancia de cuánto te quiero.
Allí y en mis nudillos.

Puto dolor de todo. Dices que ojalá no te odie.
Cómo voy a odiarte. Me odio a mí misma. Qué culpa tienes tú.

Al final he cogido el metro, resignada, impotente. Todos iban a su rollo.
Menos yo, que iba al tuyo.
Iba a llamarte, decirte “algo”. Pero nada tenía sentido.
Ni una excusa barata me hubiera servido.

Hay una manera, tal vez una sola…

Citroën.

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Hoy he vuelto a ver el puto Citroën. Con el jodido taxista al lado.
Era el mismo. Yo nunca olvido una cara.

He cruzado el paso de peatones sorteando las líneas blancas.
Y me he quedado mirándolo. Me ha devuelto la mirada.
Ponía cara de no saber que había hecho para que yo estuviera enfadada.
Ha habido un momento en que casi le sonrío.
Pero no lo he hecho. Él se la llevó.

Me he sentado en la acera de enfrente.
He cruzado las piernas, por no cruzar los dedos. No hubiera hecho efecto.
Hoy no.

He pensado en su cara. Y he dejado escapar un suspiro.
Entonces he visto una pareja que se despedía.
Él intentaba retenerla, como yo aquel lunes. Y no sabía muy bien cómo.
Le ha dado dos besos. En la comisura de los labios.
De esos que saben a poco y te dejan con ganas de más.

Ella se ha subido en el coche.
Y él ha metido sus manos y sus ganas de detenerla en los bolsillos.
Ha sonreído, como el que pierde y no quiere reconocer que le duele.
Se ha quedado quieto, viendo como se alejaba.
Ella le ha sacado la lengua.

Cuando ha perdido de vista el puñetero coche, me ha mirado.
No ha hecho falta decirle nada.
¿Tienes fuego? Me ha preguntado, ignorante.
Sí, el mismo que tú. Le he contestado, imprudente.

Ha sonreído y ha sacado de la chaqueta un boleto de la once pasado.
Ha escrito algo torcido con su izquierda, y me lo ha dado.

Supongo que él también quiere acabar con ese taxista.

...

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Cuando no sé donde ir, ni cómo controlarme, acabo aquí.
Fumandome el tiempo entre tus fotos.
Intentando recordar tu olor.

Estoy intranquila. Impaciente.
Necesito tus mordiscos en mi boca.

No puedo más.
Estoy en el límite, y yo lo sé.

.. ¿?

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Hoy es un día de esos de mierda.
De esos en que te echo de menos. Y sé donde estás. Y qué estás haciendo.

Es una mezcla de ron y lágrimas.
De angustia y dolor.
Mezclas explosivas que te revientan por dentro. Y por fuera.

Las horas avanzan, pero todo sigue igual. Tu ahí, y yo aquí.

No puedo expresarme.
No tengo palabras. Es simplemente dolor, impaciencia, intranquilidad...

No sé cómo decirlo.. algo dentro de mi no responde.
Mi corazón late a un ritmo cansado. Ya no sé si por mi, o por ti.
Mantenerme con vida ya no es su prioridad.

Y lo único que puedo decir es: oiflshnàjosñlmcgsnlk.

Eso siento, joder.

...

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Quiero pensar que sí.
Que todo puede ser.
Y que si pudo ser y no fue, ya será.

Vivir de esperanza tampoco es tan descabellado.

...

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Siempre he estado aquí.
Mirándote desde lejos.
Por si tropezabas, evitar tu caída.

Mientras estaba ahí no se notaba. Ahora que me he ido, hay un hueco en tu almohada.
(y soy demasiado cabezota como para que otra persona lo llene)


Entre tu espada y la pared.

Las ganas de jugar y la tendencia a perder.

Por más que subas la voz más baja cae tu razón. No tengo ya tiempo suficiente para alcanzarte. (ni ganas)


Podría quedarme contra la pared, esquivar tu espada como tantas otras veces... pero me he cansado. No me quedan comodines. 


Necesitabas creer que aquello lo habían escrito para ti. Por ti.

Y te sentías mejor.

Flotabas en tu aire. En el aire que alguien respiró para ti. Y fuiste capaz de aguantar ahí toda una vida....


Que poder tiene la fe, la creencia.. o la autoconvicción.

#

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Hay personas que no entienden.
Nosotros, los que escribimos, sabemos cuándo alguien es bueno.
Cuando piensas "joder, que bueno eres". Y te da rabia no ser tú el autor de aquello.

A mi me da rabia algunas veces.
Veo a los demás siempre más buenos que a mi.
Intento volar sentada en el suelo, y no comprendo.

Me preguntan que para qué escribo.
Yo apreto los labios y pienso en ti.
Me muerdo la lengua y me escondo.

Me miras, y me rompes. No sé decirte que no.
Tengo tantos sueños acumulados en mi cabeza, que un día de estos me dormiré y no podrás despertarme ni tú.

...

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Como el insólito y valiente trapecista que se cuelga de una goma.
Hoy he encontrado cuatrocientos mil motivos, para ser buena persona.
Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza te beso en la boca.
Hoy no tengo frases para decir que desearía que de amar no se olvidara nadie.

Como un idiota.

...

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A veces yo también necesito que me quieran un poquito.
O que me lo demuestren. O que lo finjan...

El problema es que te quiero demasiado, y no te lo tengo en cuenta.

TDP.

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No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices. Dios quiere que seamos capaces de amar y ser amados. Él desea que lleguemos a ser maduros, y puesto que nos ama nos da también la capacidad de sufrir.”


V.W.

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El día 28 de marzo de 1941, por la mañana, a los cincuenta y nueve años de edad, la escritora Virginia Woolf se ahogó voluntariamente en el río Ouse, cerca de su casa de Sussex. Era un día frío y luminoso. Había dejado dos cartas, una para su hermana Vanessa Bell y otra para su marido Leonard Woolf, las dos personas más importantes de su vida.A su marido:

"Querido: Estoy segura de que me vuelvo loca de nuevo. Creo que no puedo pasar por otra de esas espantosas temporadas. Esta vez no voy a recuperarme.
Empiezo a oír voces y no puedo concentrarme.
Así que estoy haciendo lo que me parece mejor.
Me has dado la mayor felicidad posible.
Has sido en todos los aspectos todo lo que se puede ser.
No creo que dos personas puedan haber sido más felices hasta que esta terrible enfermedad apareció. No puedo luchar más.
Sé que estoy destrozando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y sé que lo harás.
Verás que ni siquiera puedo escribir esto adecuadamente. No puedo leer.
Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno.
Quiero decirte que… Todo el mundo lo sabe.
Si alguien pudiera haberme salvado, habrías sido tú.
No me queda nada excepto la certeza de tu bondad.
No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo.
No creo que dos personas pudieran haber sido más felices de lo que lo hemos sido nosotros."

V.

¡!

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Somos bloques de piedra.
Necesitados de modelación, de que nos den forma.
Y esos golpes que tanto nos duelen, son los que harán que un día estemos más cerca de la perfección.

...

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"Hagamos un trato. Yo te llevo el desayuno a la cama.
No digo una vez, ¿eh? Digo todos los días de mi vida.
¿Fútbol? Lo justo. Algún partidillo, poco más.
Y te prometo que jamás tendré tripa.
A cambio de eso no te pido nada, simplemente que estés conmigo.
Ése es el trato."

¡Trato hecho!

A.

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Di que ves. Dime que ves.
Atrévete.

Hoy me ha dolido la cabeza. Una mezcla de alcohol y locura.
Antes el sol salía antes.
Cuando tú lo esperabas con las piernas cruzadas.
Sentada en la playa.
Ahora se esconde. Ya no estás ahí.
Solo quedan tus caderas marcadas en la arena.

Y el rastro de tus huellas, cada vez menos nítidas.
Esperando a que una ola despistada termine con ellas.
Allí quedó también el hoyo cavado con tus lágrimas.
El remolino que formabas cuando intentabas volar.

Y no lo entiendes.
Miras pero ya no ves.
Tampoco quieres entender.
Sabes lo suficiente para no querer mirar.
Si abres los ojos, ya no encontrarás nada más que la realidad.

Todos aquellos castillos que levantaste durante años, se han esfumado.
Todas aquellas letras que dibujaste con tus dedos, ya no son legibles.
Aquella brisa que te devolvía la vida, se la quedó.

Te cuesta admitir que nada es lo que era.
Que el tiempo pasa para todos.

Ya no esperas ni al autobús.
Y la luna se esconde al verte llegar.

Siéntate en la arena, cruza las piernas, vuelve tras tus huellas…

X.

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No eres consciente de que estás destrozando a alguien.
De que cada palabra es una puñalada.
Y no lo ves, o no lo quieres ver.

Y cada vez me duele más. Me haces daño.
Aunque sea inconscientemente.
Yo podría hacer lo mismo, pero somo soy gilipollas, no lo hago.

Igual para ti esto es un juego. Igual crees que soy una máquina.
No te has parado a pensar en qué narices estás haciendo.

Joder.

...

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Las cosas son muchas veces como nosotros las vemos.
Se trata de relajarse un poco y confiar en uno mismo, porque nadie tiene un control absoluto sobre nada.
Las cosas que nadie valora, son las realmente importantes, y nos damos cuenta demasiado tarde. Cuando notamos que falta un "algo", aunque no sepamos identificar demasiado bien el qué. Pero ahí hay un hueco que no podemos llenar.

Yo ya no hago interpretaciones, me limito a preguntar, y a obtener respuestas, que al fin y al cabo es lo que todos buscamos.
Y motivo, un porqué.

-

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Cuando me faltas tengo una sensación rara.
No quiero pensar que te necesito. No quiero. Ni debo.
Ese es un lujo que no puedo permitirme.

Porque soy una persona a la que han pateado, pero que debe ser pateada muchísimo más.
Y lo sé.
Porque es ley de vida.
Y lo asumo.

Hay días que se me atraviesan. Días que odio tener la capacidad de pensar.
Que siento que lo más fácil es acostarme y esperar a que el despertador me avise de que ya es otro día.

Pero eso sería lo fácil.
Prefiero quedarme quieta, pensando, escribiendo.. siendo consciente de todo.
Porque es una tontería esconderse...

No tenía la intención de tirarme a la piscina.. pero me salpicó el agua, y no pude evitarlo.
La tentación fue mayor que mi juicio.

+

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¿Y ahora qué?

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Ha vuelto.
La inspiración ha vuelto.
Las has traído tú.

No te vayas.
Quédate.

M.S.

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En momentos así, es dónde comprendemos la fragilidad del ser humano.
Del ahora sí, y dentro de diez segundos, no.
Supongo que hoy es uno de esos días en los que me pasaré dándole vueltas al asunto..

Porque nos guste o no, las cosas son así.
Unas se rompen, y otras no. Unas pueden arreglarse, y otras no...

Descansa en paz, Sic..

...

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No sé cuál es la mejor forma de darte los buenos días.
Tal vez con un beso, con una caricia, o con una palabra.

Me gustaría amanecer contigo. Fundirme en tus besos.
Beberme tu vida, hasta que la mía se desintegre por completo.
Daría cualquier cosa por tenerte delante ahora mismo.
Me jugaría la boca por rozarte.

Me tragaría tus mentiras, aunque ello implicara ahogarme.
Porque no es sexo. Son noches con arte. Y cada vez tienen más amor.

Porque te quiero y no puedo evitarlo.

A.L.

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Tú no lo entiendes.
Ni lo harás nunca.

No voy a poder olvidarte.
Te querré siempre. De uno u otro modo. Más o menos.
Pero siempre.

Porque fuiste el que me convirtió en esto que soy hoy.
Tú me enseñaste a valorar lo pequeño, y a ignorar lo grande.
A solucionar lo fácil, y a simplificar lo difícil.

Y nunca te daré las gracias suficientes veces.
Porque la soga que estaba en mi cuello, se esfumó sin más cuando soplaste.
Me concediste la libertad con las palabras.
Me revelaste cómo dar la vuelta al mundo sentada en mi sitio.

Supongo que necesitaba que alguien diera un golpe sobre la mesa.
Y ahí estabas tú.
Todavía no he encontrado esa palabra que te describa, ese punto que te fije, la línea que te delimite…

… y dudo que lo haga algún día.

...

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A todos nos ocurre la melancolía.
Nos gana la batalla alguna vez.

A little reason.

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Algo se ha evaporado en el humo del café.
Me siento pequeña. Y a la vez dependiente de tantas cosas...

Necesito escapar de una forma o de otra.
Por las buenas o por las malas. Pero no puedo quedarme aquí; sin hacer nada.

Es extraño.
Quiero saltar, y esta vez, me da igual dónde caer.

♫..

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La música es la mejor forma de escapar del mundo.
Y tú eras mi melodía.
Ahora vivo tarareando el eco que dejaste aquel día.

Y no entiendes para qué.
Si no compusiste para mí, si el compás de tu guitarra nunca fue a mi ritmo.
Si las notas que sonaban para mí no eran más que ruido.
Mis latidos iban en contra de tus pulsaciones.
Quién sabe por qué.

Intenté recomponer aquel silencio que pusiste en medio de la partitura.
Y se hizo eterno.

Dura hasta hoy.

... G.

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Sentir que te caes, y que nada ni nadie va a impedirlo.
Que por muchas veces que lo intentes, no vas a saber guardar el poco equilibrio que te queda.

Miras las fotos en blanco y negro. Están hasta borrosas. Perdidas en un tiempo muerto.
Y nada tiene sentido.
Te encierras en tu cabeza para esconderte del resto.
Luchas por flotar mientras te vas hundiendo.

Alimentarte de sueños puede provocarte una indigestión.

No tengo ni tiempo ni ganas.

Creo que voy a empezar a romperme..

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Después de estudiar las coordenadas que me pierden, he decidido no encontrarte.

Estoy harta. Cansada. Y no es bueno cansarse a medio camino.
Poco a poco entiendo cosas que jamás pregunté.
Me responden con palabras que yo no sabía ni que existían.

Debería estar estudiando.
Debería haber hecho tantas cosas que omití voluntariamente... y que nunca hice...

Es un sentimiento raro.
No quiero admitir que es un sentimiento, pero no sé que otro nombre ponerle.
Cómo llamarlo.

Tengo aquí tus ganas de jugar. Pero yo ya no apuesto. Lo perdí todo.
Lo dejo por hoy.
Al menos por ahora.

Quién sabe hasta cuando.......

18.

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Hoy he vuelto a aquel lugar.
Dónde todo vale, donde nada está mal.

Hoy he tenido ganas. Ganas de encontrar un motivo. Un guiño en el vaho del cristal.
Un vaivén de promesas en tu boca. Otra tentación más.

Si al final da igual. Mataré monstruos por tí, ya lo decía Santi, entre risas y sonrisas se acaban los cafés. Entre tus piernas se pierden los porqués.
Y aunque me quede sin balas, me inventaré algo.
Reinventaré las horas que no soñé. Para librarte de las pesadillas, para escapar de tu callejón sin salida, para crear algo mejor donde dormir tu y yo.

Creí que no sería capaz de escupir nada. 

Tu eres mi punto débil, mi talón de Aquiles, la piedra en la que tropiezo mil veces, el pájaro en mano, el ciento volando.. qué es mejor, lo dejo a tu criterio.

....

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Hay días que te sientes gilipollas.
Que preferirías no haberte levantado.
Cierras los ojos, y te concentras para que el tiempo pase más rápido.
Pero nada.
Los abres y te sientes más gilipollas aún.

Escribo algo torcido en un folio.
Otro garabato que va a la papelera. Directamente.

Qué inutilidad.
Antes era capaz de escribir algo. Ahora cojo el lápiz y tiemblo.
Escribo una línea y me tuerzo.

Me siento vacía.
Como si no hubiera nada que decir.

Que estupidez....

E.

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Inquietud.
Me cuesta estar mas de veintisiete segundos sin respirar.
Suelto mi aire para ti.
 

Prisa. Impaciencia.
Cúmulo de emociones... pacto con las canciones que no fui capaz de tararear por ti.

Promesas. Elogios.
Verdades en tu armario.
Y en el mío.
Fuera no hay mas que ruido.
Nadie escucha nada.

Yo me empeño en medir el silencio, pero el infinito es poco.
Tu silencio.
Los números nunca se me han dado bien... cuando yo sumo ellos restan. Si vengo, van.

Noches enmarcadas en tu rincón favorito. En el sitio de siempre.
Entre tus ganas de huir, y mi mala suerte.

Nunca confié en el azar.. es demasiado aleatorio como para que pueda jugar y ganar.

Tirar los dados me hace dudar, entre si tomarme enserio el resultado, o no.

Tu voz en el teléfono esta demasiado encerrada como para tener libertad.

Yo intento darte la vida una vez mas.

Muy a mi pesar.

Y me quedo sin palabras.
Me faltan letras para decir quien soy.... me sobran los latidos que desperdicie por ti.

Aquella noche mientras temblabas, comprendí que te querias ir, y que yo no podría hacer nada....

Ya no.

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No puedo dormir.

En cualquier otra situación te buscaría. Te desvelaría.
Pasaríamos esto juntos.

Pero ahora no eres más que un nombre en la agenda.
Un recuero que falla a veces.

Un número al que llamar con la esperanza de oír tu voz al descolgar.
Una parte del pasado.
Un olor que recordar mientras no puedes dormir.. un color que no se puede describir.

Una sensación particular. Eres solo eso.
"Solo".
Un cómplice que ya no entiende.
Un "algo" incompleto.
Antes nos encontrábamos cuando nos buscábamos.. solíamos sufrir a medias.

Ahora yo sufro el doble.
Tu la mitad.

Te quedaste en eso; en una cara conocida, en un recuerdo, en una nota a pie de página, en una palabra muda...

Un garabato que ya no es ni eso.
Con mala letra escribiste "Fin".
Yo con buen pulso puse un punto.

Y algún latido protestó.
Aunque yo no hice caso.

En eso te has convertido.

Y no entra en mis planes hacer que cambie nada de esto.

Puedo escribir y no disimular.. (es la ventaja de irse haciendo viejo)

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El tic-tac del reloj es el que nos recuerda que pasa el tiempo.
Y nada es eterno.

Los números del despertador son capicúas. Se quedan ahí un rato.
(Un minuto, mas o menos)

Y desaparecen.
Y me miran con mala cara, reprochándome no hacer nada mientras el tiempo pasa.

Pero no puedo dormir.
Miro los números cambiar.

Eres lo mas bonito que hay en mi vida; excitante, dulce.
No me dejes. No te vayas.

Y si lo haces, quiero saber que es así, y no que huyes ...

Aviones a punto de salir...

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Vuelvo a estar en blanco.
Tu no me buscas y yo no me encuentro.
Qué vamos a hacer.
Creo que ya lo he dicho todo pero escupo una ultima palabra.

Las letras de amontonan unas encima de otras, y no sale nada coherente.
Y cuando lo tienes todo, no eres capaz de imaginar la nada. Es demasiado difícil.

Yo últimamente acostumbro a pedir ayuda al cielo, por si una nube me chiva la respuesta. Por si un rayo de sol ilumina el camino.

Pero no obtengo nada.
Me miro en el espejo y ya no esta ni mi reflejo.

Tal vez también me lo robaste.
Al fin y al cabo, tu te quedaste con todo.....

Podemos ser héroes por una vez..

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"Hay héroes en la vida real. No sólo en el cine, la tele o la literatura. Usted y yo nos cruzamos con ellos con frecuencia, sin reconocerlos. Es injusto, pero así son las cosas. La gente debería llevar su biografía escrita en la cara. En la mirada. A veces la lleva, pero no todo el mundo sabe leer allí. Pocos lo hacen. De cualquier modo las boigrafías visibles no son el caso. Los héroes pasan por nuestro lado sin que reparemos en ellos. Se sientan en la terraza del bar, se sujetan a la barra del metro o hacen cola en la ofina del paro, como tantos...

Hágase un favor, estimado lector. A usted mismo. Cuando vaya hoy a tomar un café, una caña o lo que sea, preste atención al apoyarse en la barra del bar o la cafetería.

Tal vez haya a su lado un hombre o una mujer, solos o acompañados, mojando un churro en la taza, despachando un pincho de tortilla o tomándose una aspirina. Tipos normales, como usted o como yo. Gente de infantería. Obsérvelos de reojo y con respeto, porque nunca se sabe. Quizá esté mirando a un héroe


Arturo Pérez-Reverte.

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/618/retrato-de-un-heroe/

Escapa.

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Que no es tan difícil.
Ponme otra copa y siéntate al filo de la navaja.
Muévete. Ya no corta.

Ahora miro pasar las horas como si mi reloj con las contara.
Quédate aquí, yo te ayudo a sonreír un poco.
Mirar hacia delante y quedarte detrás.

No me cuentes cuentos que ya me los se todos.
Los leí por miedo a que una noche viniera el coco.

Y aquí sigo, una noche más, leyendo cuentos, porque siempre me falta alguno.
Quiero evitar que me cuentes otro más, y me lo crea...



Y con esta, van 200.

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200 veces que lo intenté. Y 201 fallé.
Quiero decirte algo.
No se muy bien el qué.

No gires la cabeza como que no va contigo. Eso se te da demasiado bien.
Ya se de sobra las veces que he metido la pata. No hace falta que las cuentes.
Sé que te faltan dedos.

Congelaré aquel momento.
A veces se me acaba la inspiración, me la bebo de un trago y me escuece el corazón.
Culpa del whisky barato. O de tu nueva canción.

Gano todo lo que apuestas, y aún así salgo perdiendo.
No entiendo nada. Explícamelo. Las reglas del juego ya no las pongo yo.

Se me acaba la inventiva, me la robas si me descuido.
Y te quedas mirando como si no fuera contigo.

Aquí estoy, escribiendo una canción más, o una poesía, qué mas da.
El amanecer te enseñará lo que no quieres ver.

El miedo ha caído, soy libre.

我爱你.

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Parece fácil; escupir dos palabras, tragarte el orgullo y rendirte en su cama.
Sentarte en la luna, hacer un pacto con su espalda.

Dibujarle con los dedos qué forma tiene la vida. Recorrer sus mejillas, bucear en sus ojos aunque no hagas pie. Acostumbrado a vivir en charcos, su óceano te queda grande.

Entender que no sabes decirle que no.
Créeme, se que sensación es.
La experimento cada día.


No puedes hablar de sueños. Porque el tuyo lo tienes al lado.
Cuando lo tienes todo, es muy difícil imaginar la nada.
Y al sentir que caes, te tropiezas de golpe con su sonrisa. Y sin saber cómo, flotas.
Reflotas.
Relajas los músculos, porque sabes que nada puede ir mal.

Te tumbas en su respiración; en sus gemidos.
Quieres vivir así para siempre. Por un momento crees que es posible.
La vida te sonríe, y le haces cosquillas para que todo siga igual.

...solo hasta que pase la tormenta.

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Hay veces que el corazón no contesta; se limita a escuchar.

In-evitable.

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Hazme reír.
Ábreme el cielo pero no cierres los ojos.
No te pierdas un detalle. Pues ahí está lo importante.

Si no te miro, es que te veo de reojo.
De alguna manera encontramos la forma.
Y me pierdo escondiéndome. (Aunque al final me encuentras)

Bailar.
Intentar no tropezar con tus pies.
No pisarte.
Y si tu lo intentas; esquivarte.

Correr.
No mirar demasiado hacia donde.
Pero intentar llegar lo más lejos posible.

Intento no terminar.
Pero es algo in-evitable.
Hablando de probabilidades; es improbable que no vuelva a empezar.

Con qué locura disfrazo más verdades.

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Hay cosas que no se pueden controlar, que por más que te empeñes, ellas se empeñarán más todavía. Si por las noches me cuesta dormir, es porque me acuerdo de ti.
Seguir soñando es un lujo que hay que moderar. (Sobretodo si estás dormido)
Creer que todo es posible, es bueno hasta cierto punto.

No tengo demasiado claro que es lo que quiero decir.
Supongo que se nota.

Tu no tienes la culpa de que yo no tenga cabeza; de que no utilice la poca que tengo.
Nunca he entendido demasiado bien a los adultos.
Tampoco he hecho por entenderlos.
He vivido al margen de sus críticas; de sus manías.

Y sin querer, me estoy convirtiendo en una más.
Tomo las decisiones "correctas" en vez de las que quiero.
Miro hacia donde "debo" en lugar de hacia donde me gustaría.
Ando por el camino que me han marcado, sin pensar si es el adecuado.

Tal vez hacia donde yo voy nadie puede guiarme, pero llegaré.
Y haré las cosas bien.

Puede que después de todo, no sepa hacer justicia con aquellos que fueron justos conmigo.
Puede que tropiece en esa piedra que aparté mil veces para otros.
Puede ser.
Claro.
Todo puede ser. (Otra cosa es que sea más o menos probable)

Intento decir algo que suene con sentido.
Pero las ideas se agolpan en mi cabeza, y huyen.
Cero. Cero coma cero. Ceros infinitos en mi cabeza.

Y al final otra vez tú.
La única idea que parece tener algo de sentido.

EM.

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Cuando despertaste no comprendías.
Te preguntabas una y otra vez porqué.
Y no te atrevías a contestarte.

Toda tu vida había estado llena de sueños.
Y de repente, un golpe sobre la mesa te despertó.

Lo que él no sabía, es que tenías la capacidad de soñar... a pesar de todo.

Pd. No hace falta que aterrices, puedes vivir en el aire para siempre.

Sehr gut.

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Un golpe de suerte me dio un tremendo bofetón.
Tropecé con todos los fantasmas que había esquivado durante años.

Empecé a valorar los pequeños placeres de la vida; saborear tus besos, memorizar tu voz.
No tenía demasiados objetivos.
Y a pesar de ello, me faltaban balas para darles a todos.

Y sin querer me perdí.

...happiness.

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Intentos. Fallos o aciertos.
Pedacitos grandes y pequeños.
Eres tú ese tío que se ríe del espejo.
No siempre es fácil mirar hacia adelante, pero a veces mirar atrás puede llegar a cansarte.
Y aprendes que lo importante es lo que vendrá.
Que lo que fue o no fue, ya no se puede cambiar.

Con lo fácil que es.
No lo compliques.

The pursuit of...

FC.

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No acostumbro a hablar de política.
Al menos aquí, no.
Pero hoy creo que es si no necesario, comprensible.

Según él, las urnas "hablaron".
Mentira.
Cada vez más la política en sí es una mentira.
Con la dimisión de Francisco Camps, le perderemos la pista.
Probablemente acabe como Eduardo Zaplana, ¿quién le recuerda?
Pues ahora trabaja como como delegado para Europa del grupo Telefónica donde cobra casi un millón de euros al año.

El pueblo ya no cree en la política.
No confía en el sistema, porque el sistema no funciona.
A ningún nivel; ni municipal, ni autonómico, ni nacional.

A la política - y a los políticos - les hace falta un buen lavado de cara.
¿Pero quién será el que se manche las manos?

Volver-é.

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Me voy.
Volveré.

"Quiero saber que te vas; y no que huyes."

Pd. En cuanto pueda actualizar, lo haré. ;)

¿Bailamos?

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No esperes a que pare de llover.
No te escondas hasta que pase la tormenta.
No tenemos tiempo suficiente como para perderlo.

Aprende a bailar bajo la lluvia.
Yo te enseñaré.

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Pronto volveré a París.
Allí me siento un poco más libre.
En cada rincón veo libertad.

Recuerdo al tipo de la foto.
No era el mejor músico. De hecho, no era bueno.
Pero ponía el corazón en su música; en cada acorde estaban vibrando sus sentimientos.
Al fin y al cabo, con eso vale.

Yo no soy la mejor.
De hecho, tampoco soy buena.
Pero lo que hago, lo hago poniendo lo mejor de mi.
Mi nombre caerá en el olvido algún día, y no haré nada demasiado importante.
No me pararán por la calle, ni salvaré el mundo.

Pero las cosas que haga, aunque sean pequeñas, las haré lo mejor que sepa y pueda.
Tengo temple y paciencia; con eso, puedo con todo y con más.

Black.

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He pasado mucho tiempo entrenándome.
Frenando mis impulsos.
Controlando mi propio mundo.

Encerré todo lo que tenía en el corazón en mi cabeza.
Creí tenerlo todo en mis manos. Que dependía de mi.

Pero no puedes luchar con los puños frente a un fantasma.
No puedes encerrar los sentimientos en una caja.
No puedes ignorar lo que tienes delante de tí. A menos de tres centímetros.

Y nunca lo había visto todo tan borroso; tan negro.
Tal vez sea culpa de las lágrimas.

No quiero caer desde el cielo otra vez...

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No se el qué, pero necesito decir algo.
Es como si congelaras mis movimientos, como si necesitara el aire que hay en tus pulmones.
Y no tiene explicación..

¿Por qué tengo esa extraña sensación dentro de mi?
No sé que es, pero está ahí, y no puedo ignorarla.
Es como si me hubiera sonado una alarma el día que entraste en mi vida, y no me supiera el código para callarla.

Esta entrada no tiene nada de lógica. No tiene sentido.
Y probablemente no la leas.  Aunque lo hagas; hablando de probabilidades, es muy probable que ni siquiera sientas que eres tú.

Y estoy hecha un lío.
Enredada como si hubieras jugado conmigo al escondite y no me encontrara ni a mi misma.
¿Y si sí?
Pero.. ¿Y si no?

¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!

Necesito a alguien que me escuche.
¡Joder mírame!

Pd. No hay quién me entienda.

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Probablemente desaparezcas.
Y probablemente no te busque.
Tal vez te eche de menos.
Quizás vuelvas.
Puede que grites mi nombre.
Puede que yo me olvide del tuyo.
Igual te doy la razón.
Tu me harás perder la mía.
No tengo prisa; es que es mi forma de hacer las cosas.
No espero nada; sentada estoy mas cómoda. Simplemente.
Las salas de espera desesperan.
Nunca creíste que fuera capaz.
Demostraste tu incapacidad.
Siempre soñaste con algo mejor.
Algo que nunca llego.
Acostumbrabas a enmudecer.
Te demostré que todo puede ser.
Deshiciste mis noches.
Construiste mil formas de ir al sur sin perder el norte.

Y aqui estoy.
Esperando como si fuera a llegar algo.


Los buenos solo ganan en las películas.

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Hay cosas que nunca entenderé.
Cosas que nunca olvidaré.
Y cosas que jamás recordaré.

Los intentos que me quedaban para que sonrieras los gasté en una apuesta que he perdido.
Los segundos que pensaste en como escapar se te han caído sin darte cuenta.
Has pisado algunos. Has tropezado con otros.

Las veces que te busqué son más o menos la mitad de las que te escondiste.
Buscando algo mejor; o eso creías.
Y ahora estás mirándome desde lejos, tragando saliva.
Como si necesitaras mi palmadita en la espalda; como si de repente tuvieras varios nudos en el estómago que no puedes deshacer. Como si después de todo me echaras de menos.

Y todo realmente no fue nada.
Tu estabas ahí.
Yo aquí.
Y en medio silencio.
A los lados dudas.
Delante miedo.
Detrás nadie.

Y los pies no obedecían.
Ni un movimiento.
Ni un paso.
Ni un milímetro.

Yo me cansé: te dejé con tus dudas y tus aires de superioridad.
(Culpables de que volaras)

Y creíste tener lo que no tenías.
Y al buscar en el abrigo ya no encontraste nada. Solo frío.

Sky.

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Yo jugué al escondite conmigo misma. Huí de algo sin saber que jamás lograría escapar.

Rompí las ganas de salir a matar.
Me quedé quieta. Callada.
Salí de mi burbuja cuando soplaste, y el viento me trajo hasta aquí.

Ahora lo mas sensato es esperar a que soples otra vez.
¿O tal vez no?


Pd. No pido nada del otro mundo; con que sea de este me vale.

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