Hazlo.

Eres como un rompecabezas que destruye mis neuronas,
Que ataca sin piedad los segundos de mis horas.

Sáltate por una vez las reglas.
No dejes que tus principios condicionen tu final.
Haz lo que quieras hacer; por una sola vez. Por primera vez.
Mírame, estoy esperando a que saltes.
Olvídate por un momento de tus deberes, de tus obligaciones, de tus “debo…”
Hazlo.
No te quedes a dos pasos de mí.
Siéntate a mi lado, deja que tu corazón responda. No tu cabeza.
Deja que las casualidades y el destino hagan su trabajo.
No huyas más. Es inútil.
Date la oportunidad de decidir por ti. No escuches las estúpidas voces que te dictan todo el rato que puedes o no puedes hacer.
No hagas como que no va contigo.
Métete aquí dentro.
Nada sucede porque sí. Ni siquiera esto.
Vivo en una sala de espera. Me acomodé el día que te conocí.
La peculiaridad de esta estancia es que siempre vienen a buscarte.
El tiempo mientras tanto es el que a veces se hace largo.
Reacciona. Muérdeme.
Ponme contra la pared. Si tu no lo haces lo haré yo.
Déjate llevar. Coge el móvil y llámame.
Te arrepentirás en el segundo tono, y colgarás.
Hazlo.
Para mi es suficiente.
Las cosas grandes empiezan siendo pequeñas.

Pd. Cuenta hasta tres, empiezo yo primero.