A veces busco dentro de mi. Rebusco donde ya lo hice una vez.
Y no encuentro.

Otras veces me ahogo en mi propio oxígeno,
como si de una alergia se tratara,
como si el hecho de respirar me forzara a no hacerlo.

Alguna vez he sentido no poder seguir,
tampoco he querido.
He tropezado siete veces conmigo misma.
Y sé que lo haré una octava.

Hubo una vez en que intenté esquivar la piedra,
y vino una avalancha.
Aquella lección la aprendí bien.

Veces en que no he sabido ganar,
peleas nocturnas,
palabras en la garganta,
y yo no he hecho nada.

Me he visto morir en mis propios brazos,
he querido no existir para dejar el mundo a un lado,
casi me rindo.

Hace tiempo que no vienen las pesadillas,
que no me despiertan y les pido piedad de rodillas.
Ya no intentan colarse en mi cabeza,
huyen como si supieran que me has devuelto mi fuerza.

Pero esa fuerza es también mi debilidad,
y las jodidas lo saben.
Protégeme.
Sálvame.

Ya lo hiciste una vez..