4.

Hace tiempo que no escribo.

Me encanta la sonrisa que pones cuando me retas a algo sin palabras, porque ambas sabemos qué viene después. No sé por qué te lo digo ahora... pero quiero que sepas que me vuelve loca.

Mi objetivo hoy era darte las gracias por lo que te has jugado para no perdernos. El esfuerzo que has hecho, a pesar de que no sabías si ambas tendríamos la suficiente fuerza para sostener la situación.

No me gustan los domingos. Y ya no soporto las estaciones de tren, ni de autobús. No puedo ver a nadie despedirse ni reencontrarse sin que algo se remueva dentro de mi. Pero hay algo que me pega calambrazos para que mantenga la paciencia; saber que volverá a ser viernes, que volveré a abrazarte para no soltarte.. que volverás a hacerme temblar, y volveré a atrincherarme entre tus brazos.

Voy tachando los cuadraditos en el calendario como si fueran una cárcel que encierra mis sonrisas, y las guarda para ti. Pienso en tus hoyuelos, en si se dejarán ver estos días, o necesitan de mis cosquillas.

Hay 364,6 kilómetros, que creen, ignorantes, que nos separan.
Lo que no saben es que puedo terminar con ellos. Basta con la A3.

Solo puede quedar menos.

Te quiero.