I'm here.

Ya ves. Nada ha cambiado demasiado.
Me miro en el espejo y sigo siendo yo. Tal vez cambié un poco, pero sigo siendo reconocible después de todo.
Si es cierto que ahora prefiero los números primos. Ni pares ni impares. Primos, nada más. Un parentesco que no crea demasiados problemas.

A veces me siento única.
Único: Solo y sin otro de su especie.

Tal vez especial.
Especial: Singular o particular, que se diferencia de lo común o general.

Quién sabe.
Los domingos eran azules. Ahora son más bien blancos.
Tal vez me acuesto veintisiete segundos más tarde que antes. Y tardo un tono más en coger el teléfono. Nada importante.

Probablemente pienso más antes de actuar. Y ya no doy lo que no me dan.
Algunos hablan de meticulosidad. Yo solo hablo de mí.

Es difícil hacerme fácil. Porque no lo soy.
Eres incapaz de ser capaz.
No te culpo.

Noches con arte.
No han cambiado. Tal vez ahora tienen más amor que sexo.

Me despeño. Sigo en pie.
Por el suelo. Sigo en pie.
De lo que fuimos antes, por contra, no queda nada en pie.

Pero esto es como todo.
Un castillo de naipes. Aire. Al suelo.
Tiene solución, volver a empezarlo poniendo más empeño en hacer una buena base.

Por lo demás sigo siendo la misma.
Tal vez no sea lo que has encontrado lo que andabas buscando.
Pero soy así. Y es un poco tarde para cambiar, ¿no crees?