Respirar.

"A veces pierdes los papeles. O los dejas en un lugar tan escondido que ni tu los encuentras.
Te pierdes a ti misma, y no te reconoces ni cuando te miras en el espejo.
El espejo se supone que muestra todo tal y como es. ¿Por qué mucha gente se mira y solo ve defectos? ¿Por qué?

¿Sólo hay defectos en uno mismo? ¿O uno mismo es incapaz de ver sus solo sus virtudes y dejar a un lado los defectos? Únicamente el espejo nos pone enfrente a nuestro peor enemigo. Nosotros mismos.

Nos examinamos a fondo, buscando eso que sabes que te hará dejar de dudar que eres tú. La de siempre.
Pero no lo encuentras. Estás examinando un rostro que no conoces. Te ves cambiar y tienes miedo.

Ves cientos de preocupaciones que antes no estaban ahí. Expresiones que creíste que no pondrías jamás. Y no ves lo que queda de ti.

Sales a la calle, esperando que nadie te reconozca, y sin embargo, te chocas con una gran normalidad; todos te ven igual que siempre, no te has perdido, sigues siendo tú.

Pero solo eres tú para ellos. Para ti no sabes lo que eres.

Te ahogas. No ves salidas. Todo se vuelve oscuro… Y al respirar, justo en el momento en que el aire entra a tus pulmones te sientes viva. Y sientes que aún quedan “peros”, que aún quedan “razones”. Y sabes que sacarás el tiempo y las ganas para encontrarte otra vez de donde sea."